viernes, 7 de diciembre de 2007

Empezamos

e es una sumisa un poco irresponsable y a la que le cuesta horrores conseguir mantener la constancia en las cosas, por mucho que se lo proponga. Por eso su alterego responsable le da collejas cada mañana cuando se levanta y le recuerda, que si sigue así acabará por decepcionar a su Amo y esté se enfadara. Cosa que e no sabe si es buena o mala. De todas formas, como más vale prevenir que curar, va a intentar centrarse y postear con un poco más de frecuencia.

Y ahora centrandonos en lo que concierne a este blog, hubo por fín una primera sesión en condiciones.

Llegamos a la habitación de hotel, nos instalamos, y después de pasear y comer por ahí volvimos. Dedicamos un tiempo a nosotros, a estar juntos y disfrutar de la compañía. Él me ordenó que me cambiara de ropa, fuera la ropa interior.,unas mallas apretadas, una camiseta escotada y unos tacones. Después le preparé un baño... (Un poco improvisado, creo que debería aprender a controlar las temperaturas del agua con mayor facilidad... bueno, no soy muy eficaz aún, pero resulto graciosa. ) Después de eso, preparé algo para cenar. El se sentó en el sillón y yo en el suelo. Cuando acabamos de cenar, me acerqué a Él a cuatro patas y empecé a acariciarle... Se que le gusta que tome la iniciativa, así que le desabroché los pantalones y empecé a acariciarle ... Después empecé a chuparsela lentamente... metiéndomela entera en la boca... Al cabo de un rato en se corrió encima mío...
Entonces me llevó a la cama, donde me hizo ponerme a 4 patas y empezó a azotarme en el culo. Era mi castigo, por un montón de cosas en las que soy un desastre... Lo cierto es que no aguanté demasiados azotes antes de empezar a llorar. Supongo que el saber que era un castigo, el que los azotes no fueran progresivos si no que empezaron ya siendo bastante fuertes y que me sentía bastante entregada hicieron que se me saltaran las lágrimas. Eso no hizo que dejara de azotarme... obviamente yo sabía que había una palabra de seguridad... pero tenía que aceptar el castigo tal y como Él creyera que lo merecía.
Por suerte, supo parar en el momento justo... me tumbé, me abrazó, me acarició y me dejó acabar de llorar hasta que me repuse. Nos acariciamos, nos besamos, me acerqué de nuevo a su polla con unas ganas tremendas de metérmela entera en la boca... Cuando Él acabo, corriéndose de nuevo en su cara... yo me estiré a su lado y empecé a acariciarme y a tocarme mientras Él me miraba orgulloso... y me acariciaba suavemente...

Creo que lo que más me gustó fue la naturalidad con la que sucedió todo... si, fue realmente estupendo, una noche genial. Al día siguiente me dolía un poco el culo... pero valió la pena! :D

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy orgulloso princesa.